En solitario...
Que forma tan simple de visitarte a ti mismo. ¡Que cosa tan fantástica son los sueños! Como si de una realidad falsa se tratara, pero en mi caso, tan verdadera.
Permítanme explicar mi punto de vista de la manera más negativa posible, ¿Por qué? Por que todos pensarían que soñar el futuro es algo cool.
No lo es.
Cada una de las personas que duermen sueñan irrealidades como elementos comunes, fantasiosas o no fantasiosas, pero irreales. Hasta a veces alguno que otro deseo enfrenta esa pared del dormir hasta atravesarla y encontrar el más incómodo rincón para encajar y formar parte de esas visiones tan sentidas, tan soñadas que toman el control de nuestro subconsciente.
La mayoría de las veces las pesadillas buscan hechos de la realidad y lo mezclan con extrañezas siniestras y hasta horrorosas para atormentar nuestro descanso, o a veces simplemente no lo necesitan: La realidad es lo suficientemente aterradora como para mantenernos alerta toda una noche ¿No? Es cierto, a veces en los sueños se ve la realidad ¿Y verdad que es irritante? ¿Tener una forma, un espacio, un horario corrido en el que puedes escaparte del mundo y que en él vuelvas a ver lo que usualmente ves? Los sueños son para vivir lo imposible. Más bien para morir. Para morir por unas horas antes de tener que regresar otra vez.
En los míos no hago más que ver la realidad de forma anticipada, lo que me molesta permanentemente. Carezco de ese lugar para imaginar. Vivir lo real todo el tiempo está mal. Necesitas salir. Así como cuando estás bajo el agua, se te acaba el aire y te urge por salir y tomar un respiro y no puedes. Me rebalsa la realidad. Me volveré mente de adulto si no imagino.
Pero aprovecho de forma egoísta el tiempo que alguien empeña en leer esto para mencionar que ese respiro no tardó en llegar, llegó antes de que muriera. Pero como todo en mi vida, no pudo venir sin complicaciones. ¿Qué complicación puede tener una fantasía? ¿Si en las fantasías no hay nada complicado? ¿Si todo es fácil? Al parecer la confusión siempre me halla por más lejos que corra o por más inteligente que sea mi escondite. Éste sueño es terriblemente extraño, aunque quizá exagero, recordar que no estoy acostumbrado a vivir fantasías.
Comienza en la entrada de un hospital, que al parecer era sólo para homosexuales. No juego, es enserio. La única forma que encontraba para escapar de allí era por una escalera que, en lugar de ir hacia arriba, lo hacía hacia abajo. Está bien, eso no es lo más extraño del sueño, pero continúa. Al salir, dos perros se acercan a mí, cruzo dos árboles y veo frente a mí dos bases. Todo era “dos”, hasta los tipos en el hospital iban de a dos ahora que recuerdo. En cuanto a lo de las bases, se trataba de una guerra, una guerra en la que los soldados eran ciegos y usaban sus armas de fuego con terrible puntería, lo que era de esperarse si no pueden ver. ¿Qué rayos? ¿Hospital de gays? ¿Soldados ciegos que no saben para donde disparar? ¿Qué demonios puede significar todo eso?
¿Será fantasía o realidad anticipada? Eso no puede cumplirse… ¿O si?
Había más cosas en el sueño pero se me hace imposible recordarlas, estoy seguro de que había más ¿Por qué? El sueño era terriblemente largo y sus hechos ocurrían lentamente convirtiéndose en interminables, a pesar del poco tiempo en el que lo soñé. Si, 20 minutos, que es lo que dura el primero de los recesos aquí en la escuela, el que viene después de la clase de Filosofía, a las 8 de la mañana. Aquí viene mi extrañeza número dos…
¿Cómo puede un sueño tan largo manifestarse en tan poco tiempo de descanso? Y esto va para todos los idiotas que me creen inútil: Tengo la respuesta. La mente tiene ritmo propio, y ese ritmo a veces sobrepasa al del cuerpo. Comprueba sino que duermes doce horas y sólo sueñas dos tonterías pero cuando duermes unos minutos puedes soñarte una novela de principio a fin, con todos sus detalles que luego olvidarás. ¿Verdad que es asombroso?
Un artista por ejemplo, un escritor, o lo que sea. De pronto se le vienen muchas ideas juntas, una canción o una historia completa, toma el papel y le ordena a su mano que escriba a la velocidad de la luz para anotarlo todo sin perder detalle. Y a veces no puede. Sólo por que la velocidad de la mente supera a la del cuerpo, si es que volvemos a la idea.
Lo he soñado dos veces, a esa misma visión. Y si piensas que soñar eso, a lo que le pueden llamar “fantasía”, me calma de alguna manera… déjame recordarte lo negativo que soy de la siguiente forma: Esto volvió a generar inquietud y a tomar todas mis horas de descanso para manifestarse y generar muchas más dudas, que no necesito.
Olvidar esa ira sin contenerla es tarea dificultosa. Gritar para desahogarte al parecer está prohibido, a pesar de que de una injusticia esto se trate. Malditos sueños que me manipulan sin poder ser yo el que los controle a ellos, por que si pudiera hacerlo, cambiaría la realidad. ¿Si yo no puedo cambiar la realidad de mis sueños, por qué mis sueños pudieron alterar mi fantasía?
Favor de perdonarme, portada del libro de Literatura que jamás leo, tenía que escribir esto en alguna parte.
Michael.
El idiota de la preparatoria que se enoja consigo mismo.
– ¡Japón es una isla! Y las islas son de Oceanía. – afirmó Mike
– ¿Estás demente? ¡Japón es de Asia! – protestó Justin. – Está más cerca de China que de Australia.
– ¿Y eso que tiene que ver?
– … Que Australia es Oceanía. –pronunció, dudoso.
– ¡Australia no es Oceanía! Tiene muchas islas más.
– ¡¿Entonces por qué en los mapas ponen Oceanía en Australia?!
– Por que abarca toda la región esa. –Michael señaló el mapa del libro de Geografía que estaba sobre su banco, encerrando a Japón entre el grupo de islas supuestamente pertenecientes a lo que él decía. – Todas.
– ¡Japón es de Asia! ¡Te apuesto veinte dólares!
Ya la conversación amistosa pasaba a ser oída por toda la clase como si de un programa de escándalos se tratara. Angie apoyó su lápiz ruidosamente contra la mesa y se propuso a llamar la atención de los chicos desde dónde estaba sentada, junto a mí.
– ¡Ya cállense! – gritó.
– Déjalos – le dije. – Es la discusión más relacionada al estudio que han tenido en toda su vida.
Al parecer nuestros comentarios en voz alta no producían ningún impacto.
– Japón y China son opuestos. Los opuestos se atraen. Y si China está en Asia… – decía Justin con voz tranquila – ¡Japón también está en Asia! – explotó.
– ¡El nombre te lo dice! Japón es una isla, las islas están en el agua, el agua es océano. Por lo tanto… - Michael imitaba la voz de un profesional, como si estuviera explicando la última teoría referida a la ciencia, jamás descubierta. – Si Japón está en el océano… ¡Japón es de Oceanía!
– ¡Profe! –gritó Justin. – ¿Japón es de Asia o de Oceanía?
– Asia.
– Y si yo lo quiero poner en Oceanía ¿Me da permiso? – dijo Michael.
El profesor lo miró como si con ello pudiera matarlo.
– ¡Toma eso Hilton! – Justin cantó victoria
– Cuando sea presidente y señor dueño del mundo voy a poner a Japón con Oceanía y le pondré Japoceanía. – decía Michael, de brazos cruzados.
– Bueno Justin. – dijo Angie – Mike es un buen perdedor. Digo, ya está acostumbrado.
– No voy a dejarte entrar a mi continente Angie.
– Si vamos al caso, eso no era Japón, era Nueva Zelanda. – aclaré sin pensar que generaría otra discusión.
– ¿Y Nueva Zelanda de dónde es? – preguntó Mike.
– Oceanía.
– ¡Si! ¡Gané!
– Dios mío. – se quejó Justin – Bien, me ganaste. ¿Estás feliz?
– De hecho no. – contestó, pensativo. – Toda mi vida creí que Nueva Zelanda era de la Antártica.
– No se como rayos pasas de grado.
A la conversación, ignorada por el profe, se suma Mary, dando su opinión desde un banco más adelante, del lado de Justin.
– Chicas, no sean así. Hay que darles una oportunidad a los chicos de que se estudien bien los temas.
– No ordeñes vacas muertas, Mary.
– Sólo recuerden ir a la biblioteca después de clase, tenemos que terminar el ensayo sobre la vida de Tutankamon.
– ¿El egipicio?
– Se dice “egipcio” Michael. – dijo Angie ya molesta.
– Vaya, hoy no te aguantas ni una broma.
– ¿Acaso soy el único que está escribiendo algo enserio en lugar de discutir? – dijo Justin.
– Joder. ¿Era enserio? Si yo pensé que escribías de a mentiras.
– ¡Michael ya me hartas!
Para el profe, eso ya era suficiente.
– Joven Andrews.
– ¡¿Qué cosa?! – siguió Justin con la manía de gritar.
– ¡Cállese!
– ¡No quiero!
– ¡Ahora!
– Okei. Ya voy – dijo volviendo al molde
– ¿Vieron eso? –se burló Michael – No se metan con Justin, miren lo rudo que es. – Rió.
¿Por qué resaltar una discusión idiota de la última clase de aquel día? Simplemente para cortar un poco con el tema serio de lo que venía pasando.
Es lo que aún no he mencionado. Justin y sus visiones y enloquecimientos ¿En eso había quedado? ¿No? Bien he dicho que daría la respuesta a esta extrañeza, pero después de meditarlo, llegué a la conclusión de que aún no es el momento apropiado. Si bien todo pasa cuando Michael duerme (lo cual lo convierte en un involucrado) él solo se tranquilizó sobre el tema de los sueños del futuro, al menos esa noche. Ésa noche había dejado todas las tareas para la última hora, como suelo hacer desde hace unos años (lo que considero una terrible costumbre) que como resultado dio quedarme en la biblioteca hasta casi medianoche, terminándolas.
No dije que estaba sola ¿Vieron? Entraron varias personas al lugar mencionado, y no los culpo, por que no había mencionado nada de irme de la habitación a esas horas de la noche. Pero la única persona que se merece que mencione fue él. Sin gestos de andarme buscando, sin “¿Dónde rayos te metiste?” (Lo cual considero inútil, ya que me han encontrado) y lo mejor de todo, sin llamadas telefónicas sobre malas noticias para mi – lo que explicaré más adelante –.
– Lo siento. No sabía que estabas aquí – dijo.
No respondí.
– ¿Estás… estás bien? – volvió a insistir en hablarme.
Yo no lloraba, pero si hubiera tenido un espejo frente a mí también hubiera dicho que tenía un aspecto triste e infeliz.
Ya las charlas con Michael eran más fáciles de iniciar, siempre que él hablara primero… y yo le contestara.
No se que vino a hacer a la biblioteca, por que enseguida se distrajo poniendo toda su atención en mí, en mí… la antisocial que no deseaba compartir sus desgracias con persona alguna. Y menos con una persona que no se merece oír más cosas feas.
¿Ven? Ya comenzaba a olvidar el por qué de mis ojos húmedos y me preocupaba por qué cosa iba a responderle, que se merecía oír y que no. Tomaba mi mente y mis pensamientos con sólo mirarme. Y que casualidad de que siempre llegara en el momento oportuno.
– ¿Vienes a decirme que esto también lo soñaste?
– Ya decidí no hablarte más de mis sueños. Te ponen mal.
– No estoy mal por tu culpa
– Si no es por mi culpa ¿por qué es, entonces?
– ¿Estás tratando de sacarme información de forma fácil?
– Dime… – apoyó sus codos en la mesa, sosteniendo su rostro con sus manos y mirándome fijamente – ¿Para que crees que te saco información de forma fácil? ¿Para espiarte? ¿Para que quiero hacer eso si…?
– … si no soy una persona nada interesante para espiar ¿Verdad? – le interrumpí.
– Si eres interesante.
Enmudecí.
– No, espera. No quise decir eso. – se corrigió – Osea, no en ése sentido.
– ¿Cuál sentido?
– En el que estás pensando.
– ¿Cómo sabes lo que estoy pensando?
– Al grano. ¿No vas a decirme que te pasa?
– Bien. Extraño a mi madre. Es todo. Se que es estúpido.
– No es estúpido. Yo extraño a mi madre hasta el día de hoy.
– Pero tú no lloras.
– ¿Y es necesario que lo haga?
Enmudecí una vez más. No le di más detalles sobre la llamada previa de mi hermano a mi teléfono. Él estaba destrozado y habíamos hablado sobre mi madre minutos antes de que Michael atravesara la puerta de la biblioteca.
– ¿Quieres oír algo gracioso? – dijo – El baile se atrasó, una semana más.
– Si. Terminará siendo en Diciembre, ya verás.
Era evidente que trataba de decirme otra cosa, no sobre el atraso del baile, sino de otra cosa. Comenzó a mirar hacia los estantes de los libros y a la bombilla de luz que pestañeaba cada tantos minutos, dando señal de que se apagaría en cualquier momento. Daba algo de miedo quedarte ahí dentro sin luz, yo sabría que en cualquier momento saldría corriendo. Pero volviendo a la conversación…
– ¿Vas con alguien?
– No. – dije avergonzada.
– Pues… Justin va con Angie – continuaba jugando con el tema y dándole vueltas.
– Si, me lo comentó.
– Tu compañera de cuarto va con el mío. ¿Que raro no?
– ¿Tu con quien vas? – me animé, no se cómo, a preguntarle.
– …Contigo.
Temblé. ¿Qué acaba de decir? Supe que me estaba mirando pero no me animé a enfrentarlo yo también. Con un esfuerzo en vano de ocultar mi impresión, continué hablando, con mi mirada hacia mi celular, como si estuviera escribiendo algo cuando en realidad solo presionaba las teclas marcando números al azar. A veces le erraba a las teclas, estaba tan nerviosa que no podía evitar ciertos escalofríos que parecían venir detrás de mí.
– ¿Conmigo? – dije.
– Eh… si.
– ¿Y cómo? – Tardé en preguntar.
– Por decisión del público.
Ahora si lo miré – ¿Ah? ¿Qué público?
Buscó entre sus libros un papel de color verde, como esos que te dan en las rifas o concursos. Lo leí.
Decía algo así como el horario y los eventos del baile: “La cena comenzaba a tal hora, los bailes a tal hora, los premios a los mejores vestidos a tal hora, la entrada de el rey y la reina a tal ho…”
– ¿Qué… que quieres decir con esto? – dije, perpleja.
– Ahí dice, pues, tu hora… más bien… nuestra hora de entrada al baile. Supongo que tienes que saberla.
¿”Nuestra”? ¡¿Dijo “Nuestra”?!
– Me temo que no entiendo.
– Que… tu sabes que los estudiantes eligen la tontería esa de quién es el rey y la reina de la primavera y… – bajó la voz – somos nosotros.
– No inventes – dije. – Yo no me postulé
– Yo tampoco. Alguien de nombre Angélica lo hizo. La onda es que estás obligada a ir conmigo. Es todo. Adiós. – tomó sus libros con rapidez y se levantó como para salir corriendo.
– ¡Espera! – dije y él se volteó – ¿Lo harás?
– Pues, tu sabes lo odioso que será vestirte así elegante y eso. Pero Angie dice que si no voy le dirá al director que fui yo quién incendió la cocina el año pasado.
– ¿Y es mentira?
– No, es verdad. Ésa es la peor parte.
Dejé que siguiera hablando.
– Bueno y… también me obligó a decírtelo yo mismo. Si no quieres, no importa. Me enfermaré misteriosamente el día del baile. – rió.
Ahora parecía que había aniquilado sus deseos de huir, por que ahora esperaba una respuesta de mí, se que lo hacía. Pero analizó los hechos muy rápidamente y se preparó para irse antes de que yo siquiera procesara toda esa información, además de tomar todo eso como un no.
Volvió a repetir que no importaba, se dirigió a un estante, lanzó una breve mirada observadora y tomó uno de los libros con precisión, como si supiera perfectamente dónde estaba el que él buscaba.
Tomé mi mochila y le dije adiós antes de salir del lugar.
Si, llámenme idiota. Fue la palabra que retumbaba en mi subconsciente mientras caminaba por los pasillos oscuros para encontrar mi cuarto, destino que abandoné cuando un cuadro muy peculiar que había en la pared cautivó mi atención. Era precioso, pintado al óleo por unos de los estudiantes que solían estudiar en la escuela muchos años atrás. Era de un hombre debajo del agua, rodeado en burbujas de tonos grises y azules que dibujaban el camino que tomaba una sirena, ella bellísima, la forma en que nadaba su cuerpo convertía la escena en armónica y daba sensación de tranquilidad. El hombre la observaba y él la observaba a ella, y a pesar de que no hubiera línea alguna que marcara el recorrido de los sentimientos de cada uno, era muy fuerte y notable la manera en que se unían. Todo complementado con un complicado, trabajado y perfecto fondo marino, dónde el agua parecía abrirse para darles el espacio a ellos.
Era simplemente hermoso.
Los ojos del hombre, tan llenos vida, tan profundos; como los que veo a diario en una persona en particular.
– ¿Sigues aquí?
Me asusté y volteé aterrorizada.
– Pensé que seguías en la biblioteca.
– Ya no. Es tarde. Pero no me has dicho cuál es tu decisión en cuanto a lo que estamos involucrados. – dijo, y con razón. Yo sólo le había dicho Adiós cuando me planteó lo sucedido, cual cobarde que desea huir en momentos incómodos. – Me dices después – dijo. Seguro notando mi estado avergonzado. – Recuerda lo que eres.
– ¿Y qué soy? – pregunté.
– Mi reina. – pronunció y se marchó.
Lo odio. Odio no saber cuando habla en broma y cuando no.
<3 JELOU ^^ Bueno como verán tengo una extraña y terrible necesidad de poner a China en todas mis novelas xD JAJA, perdonen la tardanza, pero no se si he mencionado que esta novela ya está terminada, tengo el final y todo, nomás que cuando la subo la cambio mucho... más bien, estoy volviendo a escribirla completa de forma diferente xD y es más culpa de eso que tarde tanto. Ya no tardaré más♥ Espero que la lean y den sus opiniones ^^ son todas aceptables, quejas, sugerencias, demandas =D Si quieren darme el anuncio del clima (?. Hagan y escriban lo que quieran :)
Me quedé yo a´si de WTF con eso de hospital para homosexuales o___O jajaj...
ResponderEliminarJapoceania xDDD
– Bueno Justin. – dijo Angie – Mike es un buen perdedor. Digo, ya está acostumbrado.
– No voy a dejarte entrar a mi continente Angie.
jajajajajajajaj morí con eso xDDD
¿Sabes? me revuelvo un poco con eso de los paises y continentes y... todo eso :B
yo casi no sé de paises e___e jujuj LOL e igual no sé como paso de grado :B jajajaja (?
Rey y reina de la primavera? :O wow o.o
– ¿Y qué soy? – pregunté.
– Mi reina. – pronunció y se marchó.
AWWWWWWW *-----------* DIOOOOS SANTOO!!! amé como lo dijo, nononon Kati, no nos puedes dejar ahí D=
tienes que continuar socia o.o
en cuanto puedas, claro e.e
siento no haber comentado antes u.u' ya sabes que últimamente no he tenido mucho tiempo y bueno :/
trataré de comentarte SIEMPRE :3 amo tu novela *-* (Naaa enserio? xD)
bueno creo que esto es todo e.e sí em, sobre el clima, ok... acá estamos a 50° e.e em emm
me estoy rostizando como pollo .__. (? y bueno xD
nos vemos kati :3! te quiero mucho! besos! <3
XOXO <--- últimamente estoy poniendo eso al dejar un coment O___o no sé por qué, un impulso quizás .__. (? jaja bueno me voy :B chauu!
*_______* No me pierdo por nada esta novela!! te juro que la amo *--* Es divertidisima :D y a la vez emocionante y como de misterio uuuuu
ResponderEliminarJajaja Gracias por avisarme socia!! :B no ando mucho por aqui y no me doy cuenta de muchas cosas que pasan pero gracias por avisarme (de nuevo) :D
Espero subas pronto porque me tienes con la I N T R I G A !!! DD:
Eso es todo! ^^ Adios! :D
oooww♥___________♥ por que mierda tienes que escribir tan , tan *__*! TAN D:!OmgS! D:!.Cuando empese leer el prinsipio quede o.O! woob y los hospitaloes de Gays .__.! eso si me hizo raro osea D:! DESDE CUANDO EXISTEN HOSPITALES DE GAYS D:! ok ya .__.!militares ciegos *--* y todo eso , fue woobe.e! a mi me gusto DONDE ESTA BOTON ME ENCANTA D:!!!¬¬´.
ResponderEliminarJaponceania XDJAJAJAJAJAJAAA ajjajaja e.e!
– Bueno Justin. – dijo Angie – Mike es un buen perdedor. Digo, ya está acostumbrado.
– No voy a dejarte entrar a mi continente Angie.
aajajajajajajajXDD
Sabes? medamiedo michael como presidente e__e no se, capa sque hace que los monos dominen al mundoD:!(?.___.
wii yo no se nada decontinentes y me hice pedo la cabeza .__.! pero entendi D:! a un queno sabi que japon era un isla ._. por que eso entendi no?
Bueno e.e! esta novela me servira para estudiar LOL e.e! ._. yaa-.-`
Fiestas de primavera D:! aca por suerte no lo hacen .___.! yo no iria ¬¬! son son tontas arrg-.-`! ya me desespero yo sola.
*_*! MICHAEL VA IR CON ELLA AAAAAAA*_*!
aaaaa *_*! ta que hermoso y lo ultimo que dijo D:!
– ¿Y qué soy? – pregunté.
– Mi reina. – pronunció y se marchó.
AAAAAAAAAAAAAAA D:!! *_*! LO IMAGINE Y ME EXITE.__. no no eso no -.-`!
aaaaa LPM! KATI D:! SIGUELA *_*!
Bueno cuando puedas lo se no te presionare pero si no subes tendre que matarte ^^!
Tu: JAJAAAJAXDD
Yo: no encerio corre:|
Tu: O____O AAAHH D:!T_T
ok nome agas caso -.-`!me pongo bien bien boba-.-`
SAAYOONARAAA =DD!!
– ¡Japón es una isla! Y las islas son de Oceanía. – afirmó Mike
ResponderEliminar– ¿Estás demente? ¡Japón es de Asia! – protestó Justin. – Está más cerca de China que de Australia.
– ¿Y eso que tiene que ver?
– … Que Australia es Oceanía. –pronunció, dudoso.
– ¡Australia no es Oceanía! Tiene muchas islas más.
– ¡¿Entonces por qué en los mapas ponen Oceanía en Australia?!
– Por que abarca toda la región esa. –Michael señaló el mapa del libro de Geografía que estaba sobre su banco, encerrando a Japón entre el grupo de islas supuestamente pertenecientes a lo que él decía. – Todas.
– ¡Japón es de Asia! ¡Te apuesto veinte dólares!
Ya la conversación amistosa pasaba a ser oída por toda la clase como si de un programa de escándalos se tratara. Angie apoyó su lápiz ruidosamente contra la mesa y se propuso a llamar la atención de los chicos desde dónde estaba sentada, junto a mí.
– ¡Ya cállense! – gritó.
– Déjalos – le dije. – Es la discusión más relacionada al estudio que han tenido en toda su vida.
Katherine,espero que estes contente,el lunes empiezan las clases y yo trato de aprovechar las noches como una despedida a mis vacaciones,todos duermen y yo despierta,cuestion es que ese pasaje me dio risa y casi despierto a mi familia XD voy a segir leyendo (uso las notas y escribo el comentario a medida que leo)
– De hecho no. – contestó, pensativo. – Toda mi vida creí que Nueva Zelanda era de la Antártica.
– No se como rayos pasas de grado. (jajaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajajjajajajaja) dios mio¡ otra vez :-D
– Pues, tu sabes lo odioso que será vestirte así elegante y eso. Pero Angie dice que si no voy le dirá al director que fui yo quién incendió la cocina el año pasado.
– ¿Y es mentira?
– No, es verdad. Ésa es la peor parte. (:D)
MI DIOS¡ ES UNA NOVELA QUE LITERALMENTE ME QUITA EL SUEÑO (so ironic :L) Katherine por Dios sigue asi¡
pd: tú y tu obsesion con China XD no pasa nada.