Capítulo 3 "El camino de memoria"

Buscaré un término apropiado para el salón de clases un lunes por la mañana: Jungla.

Más de 5 son perezosos dormidos en su bancos y nada los despierta hasta el timbre del receso. Después están los leones, personas que no incluyen el hábito “Peinarse” en su rutina matutina. Luego está Kevin, el pájaro carpintero, muerde sus lápices durante todo el examen haciendo un ruido molesto y desagradable. Los que están concentrados en el examen son las cebras, “Blanco o Negro”, “Repuesta A o respuesta B”, “TA-TE-TI” y “Si no es una, es la otra”, me sorprende que aún así sean los últimos en entregar la prueba, luego de los 80 minutos correspondientes. Quizá todo eso alcance para unos 5 o 6 “ta-te-tis”. No me quejo, es una jungla moderna, Mary por ejemplo es el árbol “de navidad”, se pone tantos adornos, pulceras, collares, joyas que es difícil no verla. Michael es el caballo encerrado en un corral pequeño, por que –literalmente- no se queda quieto; pero el que gana en ruidos es Justin, puede hacer un concierto con los ruidos que hace con la silla o con el banco.

Angie está apagada, depresiva, hace dibujitos de todo tipo en el margen de las hojas. Siempre hay uno así. No se diferencia mucho de mi antigua escuela, yo siempre era la primera en entregar el examen. Para algunos es un logro, pero para mí es irritante, todos te siguen con la mirada mientras caminas hacia el escritorio del profesor, claro, no tienen nada mejor que hacer.

Estaba apunto de levantarme de mi asiento cuando Angie explotó.

–       Muere una chica y al día siguiente nos toman examen ¬¬

–       Silencio.

–       ¡SI HUBIERTA MUERTO UNO DE ESTOS IDIOTAS… - dijo ella señalando a los chicos - … DESEGURO QUE SUSPENDÍAN LAS CLASES! … o alguna estupidez como esa.

–       ¡¿Quieres que me muera?!  – intervino Michael quitando la vista del examen

–       Señorita Angie … Soy profesor, no tengo nada que ver con el director, sólo haga el examen

–       Machistas  - volvió a sentarse llena de ira interna.

Aproveché ahora que nadie miraba para ir al escritorio del profesor.

–       Ay no – dijo el mismo – No acepto más reclamos

–       Sólo vengo a entregarle el examen

–       Oh – tomó el papel – Gracias Annie, puedes retirarte

Sentí los ojos detrás de mí, seguido de la campana. Me sentía tan estúpida. No se como no pude esperar un par de minutos más. Todos arrojaron sus exámenes en el escritorio del profesor y salían corriendo volviendo a llenar los pasillos. Unos 9 o 10 pósters coloridos y exactamente iguales trataban de tapar los agujeros, grietas o cualquier otro desperfecto que el terremoto había dejado en las paredes. Apenas leí el título, trate de alejar a Angie de ellos pero fue imposible. En realidad no se si alguien era capaz de pasar por al lado de esos odiosos letreros sin mirar las enormes letras coloridas y brillantes. “Baile anual de comienzos del semestre. Este Sábado”

–       No inventes – Angie dijo antes de comenzar con sus quejas denuevo - ¡No puede ser! ¡¿Qué hay de Rachel?! ¡¿Por qué nadie piensa en ella?!

–       Parece que no les importa en lo absoluto. Pero hay que ver el lado positivo – Intenté que comenzara a caminar

–       No. No hay Absolutamente nada de positivo en este baile. No después de esto. Imagina que estemos bailando y se nos caiga el techo encima =O

–       Angie…

–       O que la bola disco explote y los espejos salgan disparados por todos lados y nos saquen un ojo y sangremos hasta morir

–       ¡BASTA!

–       Lo positivo de esto… – intervino Justin – es que sabrán lo experto que soy bailando.

Miré a Angie sabiendo que ella haría lo mismo.

–       Oh Justin. Casi ni te reconozco sin Michael delante de ti

–       Y créete todo lo que quieras, pero no digas que eres el gran bailarín. No has visto a Michael. Parece eléctrico. Él impuso la onda de bailar aquí en la escuela – Dijo Angie

–       Woo… ¡¿Enserio?! – Al parecer terminé más sorprendida que el mismo Justin

–       No se. Él me dijo que dijera eso. Ahora me debe 20 dólares ¬¬. Pero si algo se, es que baila bien.

–       ¡Estos estadounidenses! que si no salen bailando hip-hop en pañales, andan el la cuna con el balón de basquetball bajo el brazo – dijo Justin algo fastidiado – ahora solo falta que cante y lo aplaudiré

–       ¿No eres de aquí?

–       No. Soy canadiense

–       AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

–       O_O

La euforia de Angie hasta ese momento era incomprensible para mí, hasta que días depués Mary me comentó sobre su obsesión con los extranjeros.

Mary lo sabía todo, la nombraría “Historiadora de la secundaria Oxford”, cada vez que veía a Justin con Angie me lo comentaba todo con el clásico más clásico: “Hacen linda pareja”. Pero eso no era algo que me preocupara demasiado, yo seguía casi en mi misma situación de ser “la nueva en la escuela que al parecer no tiene siquiera un amigo, estudia, la llaman RARA y es terrible en clase de gimnasia”. Fue así sentirlo de diferentes escuelas, de diferentes bocas, yo ya conocía ese camino de memoria, pero me sigue sorprendiendo.

***

–       Que pasa entre tú y Angie ¿eh? ¬¬

Justin se paralizó y volteó, buscando una respuesta rápida.

–       ¡TU DIJISTE QUE IBAS A AYUDARME! Lo hice sin ti.

Michael volvió la vista a los libros que estaba leyendo antes de que Justin volviera a la habitación.

–       ¿No vas a decir nada?

–       ¿Qué quieres que diga? ¿Felicidades?

–       ¿Por qué no me dices que te gusta Angie?

–       No. No me gusta sólo que… - dijo dejando su alto tono de voz y su ego de lado – pasaron cosas y… es…

–       Ah. Ya fueron novios

–       No

–       ¿Por qué no?

–       Por que… - cerró el libro y se recostó en su cama mirando el techo - … ella no quiso.

–       ¿Ah?

–       Y es todo lo que voy a decir.

–       ._________.

Justin fue hacia el escritorio, con la intención de hacer la tarea, pero sin poder dejar de pensar en lo que estaba sucediendo. De un momento a otro encontró una forma de enterarse de las cosas. Se paró rápidamente del escritorio haciendo un ruido terrible con la silla. Tanto que hasta Michael se sobresaltó.

–       Michael… ¿Quién es la persona más chismosa de la escuela?

–       Definitivamente Mary.

–       Gracias. – acto seguido salió por la puerta muy apresurado.

–       O_o De nada.

El pasillo de enfrente conducía directamente hacia el gimnasio, y a metros de éste se escuchaba la actividad que había en él. Algún partido cualquiera, la clase de gimnasia y, obviamente, el ensayo de las animadoras.

Abrió la puerta y un balón de fútbol se dirigía justo a su cara, pero logró reaccionar y tomarla con las manos.

–       Lo siento amigo – dijo uno de los de uniforme

–       Descuida – pateó el balón hasta alcanzárselo

–       Eres bueno ¿No quieres entrar?

–       No gracias. Debo hablar con alguien – dijo al fin divisando a Mary entre los coloridos uniformes de “Los tigres de Oxford”

Esquivó todos los balones que venían hacia él mientras atravesaba el gimnasio, sin prestarles mucha atención. Mary estaba en las gradas bebiendo agua.

–       ¿Mary?

–       No saldré contigo

–       ¿Qué te hace pensar que quiero salir contigo?

–       El clásico chico desesperado que viene a verme hasta en las prácticas – cerró la botella de agua con fuerza, se la arrojó a Justin y se fue con las demás.

Shockeado, esa era la palabra.

–       Ella no te dirá nada,“amigo” – pronunció Michael apenas Justin volvío a la habitación

–       No puedes saber que era lo que iba a preguntarle

–       Oh si puedo. Sueño el futuro baby

–       ¿Ya estás de nuevo con eso?

No hubo respuesta. Justin entró en su cama y apagó la luz. Pensó en las cosas, todo iba mejor, hasta Angie se había acercado mucho a él. Pasaron unos largos minutos y recordó que aún no se había quedado dormido.

–       Michael

–       Que

–       ¿Estás despierto?

Justin recibió un almohadazo en la cara desde la parte de arriba de la litera

–       Te agradecería que dejaras de hacer eso ¬¬

–       Como digas genio

Se propuso no seguir hablando pero no puedo contenerse.

–        Oye, finjamos que si sueñas el futuro ¿Qué va a ser de mi vida? ¿Qué va a pasarme?

–       No puedo saberlo, tendría que dormir toda mi vida para soñar tanto. Son sólo visiones, visiones de diferentes cosas, cosas que tú no entiendes, ni tu ni nadie y la verdad no me importa.

–       Tranquilo. Cálmate.

–       Oye… - dijo Michael, luego de unos minutos de silencio – No se lo digas a nadie pero… soñé con la chica

–       ¿Qué chica?

–       La chica esa a la que le caigo mal

–       ¿Annie?

–       Si, soñé que… lloraba

–       Oh, que interesante, ve a consolarla seguro que eso se cumple.

–       Vete al diablo – se cubrió con las sábanas hasta la cabeza.

En camino que Annie sabía de memoria estaba tomando otra forma, quizá peor que sus experiencias anteriores, lo importante que ahora esa memoria iba a compartirla con otra persona… una persona que quizá la agrade, o no.

Esa persona era la primera con la que se encontraba aquella noche:

–       ¿Annie?

–       ¿Michael? o_O – con lágrimas en sus ojos

Continuará…